La DMZ

Viaje al filo del precipicio.

La llamada “DMZ” o zona desmilitarizada, es un área longitudinal de 4km de ancho, 2km de cada lado de la frontera, impuesta a Corea del Norte y Corea del Sur en 1953 después de la firma del acuerdo de alto el fuego que terminó la guerra de Corea, pero al mismo tiempo transformó a este lugar en el mas tenso y surrealista de nuestro querido planeta tierra.

La “DMZ” se puede visitar mediante un tour saliendo desde Seúl, pues la frontera con el Norte se encuentra a solo 70km de distancia de la capital.

Desde el inicio del recorrido, se siente la tensión en el aire, a lo largo de toda la utopista que va hacia la zona, se ven por todo lado alambres de púas y garitas de vigilia. Dicho sea de paso, para mostrar de forma clara lo que se va a visitar la primera etapa de la visita es un monumento a los muertos durante la guerra de Corea.

El “plato fuerte” del tour, es la visita al campo Bonifas, lugar en donde se encuentra la sala de reunión donde se firmaron los tratados de alto el fuego en 1953, y que tiene la estrambótica peculiaridad de encontrarse dividida entre la frontera de las dos Coreas.

Antes de llegar a camp Boniface, se debe asistir a una conferencia explicando las condiciones de seguridad del lugar. Se explica que se trata de un lugar muy tenso en que no se puede hacer cualquier cosa sin autorización.

Lo primero que hay que hacer al llegar al lugar es formarse en dos líneas, no se puede caminar para tomar fotos, todas las fotos deben ser tomadas desde la fila, de ninguna manera se deben tomar fotos de la casa de vigilia de la parte Norcoreana, no se debe hablar en voz alta, no se debe hacer señas a los soldados Norcoreanos etc.

La tensión en el ambiente se puede cortar con tijera, pues los soldados de lado y lado están frente con frente y además cada movimiento es vigilado al milímetro. Como por ejemplo la llegada de un grupo de soldados de Corea del Norte, que vigilaban nuestro grupo.

La “visita” de la zona exterior dura precisamente 2 minutos, luego de los cuales comienza la visita de la sala de reunión en donde se firmó el tratado de alto el fuego.

A primera vista, el famoso cuarto no tiene nada de especial si no fuese por el hecho de que se encuentro justo entre las dos Coreas y que un soldado Surcoreano se encuentra en vigilia justo al lado de la puerta que da hacia el lado Norte en el caso hipotético de que alguien quisiera entrar.

Corea del Norte es el lado con el suelo de tierra.

De la misma forma que para la zona exterior, la visita dura exactamente 2 minutos. Los soldados Surcoreanos y Norteamericanos deben utilizar gafas de sol para tener una apariencia agresiva hacia el norte y en lo que se refiere a la actitud de los soldados, ellos no pueden de ninguna manera sonreír o cualquier otro gesto y además la posición en la que se encuentran durante la guardia esta inspirada de la posición de ataque del Taekwondo.

El final de la visita se hace integralmente en bus de transporte, que en lugar de regresar directamente a la base del inicio, se dirige lo más cerca posible de la frontera con Corea del Norte.

Se puede ver por ejemplo una placa conmemorativa en honor a 2 soldados que murieron luego de un incidente con soldados del Norte, y además el famoso puente “sin regreso”  al que se llamó de esta manera pues durante los intercambios de prisioneros de guerra, ellos sabían que una vez en el otro lado no había posibilidad de regresar nunca mas.

En resumen ¡Se trata de la frontera más peligrosa del sistema solar!

Del lado Sur a mas de los soldados Surcoreanos, se encuentra también una fuerza conjunta de varios países en representación de la ONU y mas que nada de los Estados Unidos quienes se encuentran allí de manera permanente y con la mayor cantidad de soldados después de los Surcoreanos.

A lo mejor algún día las cosas se arreglaran como con Alemania del Este y del Oeste, pero hasta que llegue ese hipotético día, este es el único lugar de la superficie terrestre en donde todavía se puede sentir el peso de la guerra fría.

La visita de la DMZ se tiene que hacer obligadamente por medio de un tour, cualquier albergue u hotel de Seúl se puede encargar de las reservaciones pues es un paseo muy conocido entre los turistas de Corea. En cambio se debe obligatoriamente llevar el pasaporte para el día de la inscripción y más que nada, para el día de la visita.

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