Bonsais

¿Son en realidad obras de arte?

No necesito explicarles lo que es un bonsái.

El “arte” de cultivar estos arbolitos comenzó en China y luego fue perfeccionado en varios países de Asia, como Japón, Corea, Singapur…

En mis viajes los he visto por todos lados. Se los exhibe como obras de arte y hasta de cierta manera se los venera como una forma de arte contemplativa y pura.

Y sin embargo….

Para realizar un bonsái el “artista” amarra la planta con alambres durante varios años, obligándola a crecer torcida y podándola todo el tiempo para evitar que sus ramas se desarrollen. Luego de eso se podan cada cierto tiempo las raíces de esta, para atrofiar el crecimiento. Para completar el cuadro se utilizan macetas que tienen a duras penas el espacio suficiente para contener las raíces de la planta.

Si hiciéramos una analogía con un ser humano es como si criásemos un bebé con prótesis para evitar que crezca, luego lo operásemos para reducir su talla y al final le hiciéramos varias cirugías plásticas para lograr que pareciera viejo. De esa manera obtendríamos una persona anciana en miniatura.

Cuando he hablado de esto con la gente a la que le gustan los bonsáis, la respuesta es casi siempre la misma: las plantas no sufren. El otro argumento es que la persona que se ocupa de los arbolitos los cuida todos los días como a mascotas. Y yo me pregunto: ¿que tan frágil (y en mala condición) puede estar un árbol para que solo con el hecho de descuidarlo de un día, el árbol pueda morir? Algunos bonsáis no soportan ni que se los mueva, ni tampoco un rayo de sol en exceso.

Y a pesar de todo, la gente sigue maravillándose delante de esas plantitas y yo me sigo preguntando cuanto es el sufrimiento que les infringimos con el fin de obtener un arbolito miniatura…..

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